Ayer saliendo del hospital me deja sorprendido «Polvo eres» de RNE que habla sobre las nuevas tendencias funerarias y la revolución que llega…
Por lo visto se esta empezando a usar una nueva técnica emite hasta ocho veces menos dióxido de carbono que la cremación, utiliza menos energía y además permite el reciclaje de cualquier implante médico (prótesis y similares), todo ello al mismo precio que una cremación tradicional.
El invento se llama «Resomation» , palabro inglés que viene de la palabra griega ‘resoma’ que quiere decir renacimiento del cuerpo humano.
La cosa consiste en utilizar la hidrólisis alcalina para descomponer el cuerpo humano de una forma acelerada, convirtiéndolo en pocas horas (de dos a tres) en una ceniza blanca (sal) . El cuerpo muerto se sumerge en agua con hidróxido de potasio y se desintegra al someterse a una alta temperatura, 180 grados.
Lo que hace posible la descomposición del cadáver es una máquina muy parecida a una lavadora industrial, un cilindro de acero inoxidable, inventada por el bioquímico Sandy Sullivan, presidente de la empresa Resomation LTD. En sus orígenes, esta máquina desintegradora de cadáveres sirvió para deshacerse de animales cuando el mal de las vacas locas, pero su inventor la ha adaptado a humanos.
Por otro lado la ceremonia fúnebre no se diferencia en apenas nada: la única diferencia es que el ataúd no entra en la máquina, sino que el difunto entra envuelto en seda, lana o cuero, de esta forma la caja queda reutilizable, lo que supone menos uso de madera y tala de árboles… Vamos que la «Resomation» mantiene las ventajas de la cremación y encima es más ecológica.
En definitiva… todo ventajas !
Por el momento, la «Resomation» ya se usa en cinco estados de Estados Unidos y en Canadá. En Reino Unido y Escocia se estudia ahora su instalación como una alternativa al entierro y la cremación.