Aquí os pongo la crónica del sábado, para los que no pudisteis asistir:
Sobre las 22:25 llegamos al bar Laura y yo con idea de ser los primeros y recibir a los que fueran llegando.
Los primeros en presentarse fueron David y Marinés a los que siguieron Cristóbal, Vane, Loli, Dani y Nacho acompañados por un pequeño grupo de amigos de este. Al poco aparecieron Rajesh y Ali.
Empezaron a verse las primeras cervezas y mientras charlábamos un poco a cerca de cómo nos iba y tal…empezaron a llegar en goteo continuo los demás convocados.
El siguiente en llegar fue Rafa y poco tiempo después llego Enrique, a los que fueron apareciendo Darío, Luis y Rosalía, Raúl, Bea, Ana y Carmen y Cristian Goyi y Migue…. Llegando así a un total de 23 personas
Después de los primeros contactos iba comenzando a despertar la curiosidad de los asistente, la camiseta negra que llevaba puesta y que había comprado durante el viaje a Londres. Esto en se manifestaba en las numerosas preguntas que me hacíana cerca de ella lo que yo respondía diciendo las dudas se resolverían en su momento.
Debo decir que esto de organizar barriladas sale rentable, a raíz de ver los numerosos regalos que me hicieron y que ha hecho que este vigésimo octavo cumpleaños haya sido quizás con el que mas regalos me haya juntado que recuerde (teniendo en cuenta los regalos que me ha hecho la familia.)
También se le regaló a Migue, que había cumplido años el día 25 y que quedo bastante sorprendido por el tino que tuvimos a la hora de elegir.
Las cervezas continuaban y la curiosidad por el misterio de la camiseta fue creciendo hasta que llego el momento que muchos estaban esperando.
A partir de ahí todo cambió y si ya era el anfitrión de la noche, por ser el que cumplía años, ahora era el centro de atención de toda la plaza. La gente se giraba, me señalaban, algunos se paraban para felicitarme por la camiseta, al tiempo que me preguntaban donde la había comprado.
Eran cerca de las 2:00 cuando algunos del grupo decidieron continuar la noche en la Carbonería, el resto nos quedamos un poco mas en el Levíes a la espera que llegara Soraya que no había podido llegar antes.
Estuvimos un poco más en la calle San José, el bar parecía que empezaba a preparar el cierre y por diversos motivo los ayillo presentes decidimos ir a terminar la noche en algún bar de la Alfalfa.
Y en el trayecto desde el Levíes hasta la alfalfa sucedió algo surrealista.Por todos lados no paraba de escucharse… ¡mira la camiseta! ¡Tía mira… que chula!, ¿has visto eso tío? la gente no paraba de mirarme, solo veíacaras girándose hacia mí y gente que avisaba a los amigos.Cuando llegamos al cabo loco fue incluso peor, la gente se paraba a mirarme incluso un grupo de poligoneras me hicieron que diera un mini pase de modelo… haber date la vuelta…¿te puedes poner de perfil ahora?.. que guapa ¡!!!
Total que al final pudieron conmigo y no pude aguantar ser el centro de atención por más tiempo de toda la Alfalfa y me decidí a apagarla por un rato, mientras nos tomábamos las últimas copas en el Cabo Loco.
Después de unas copas el cansancio ya era evidente y mientras algunos pensábamos en recogernos otros decidieron continuar la noche en Caramelo.
Duramos poco más y sobre las 3:30 nos recogimos. …y esta fue la crónica del Sábado 23, creo no haberme dejado nada. Bueno si…. Me falta dar las gracias a todos los que fuisteis y que quisisteis pasar un rato conmigo celebrando mi cumpleaños.
Gracias a todos, de verdad.