Categoría: Sevilla, ciudad del listo

Viene uno de viaje y nada mas llegar ya tiene uno la sensación esa de «ya estoy de nuevo aquí», y es que viendo lo que hay montado en el aeropuerto no le cabe la menor duda de que estamos en Sevilla, la ciudad del listo.

El sector del taxi en el aeropuerto de Sevilla se parece más a la mafia siciliana que a un gremio de trabajadores y es que solo hay que darse una vuelta por el aeropuerto de San pablo para darse cuenta que allí pasa algo, algo no cuadra.

En llegadas no hay espacio para carga y descarga de viajeros (en casi todos los aeropuertos los hay , aunque esta limitado a 15 minutos), lo que obliga al personal a meter el coche en el parking si no quieres recoger, además de a la familia o amigos, 90 eurazos de multa ya que la policía local pasa gran parte de la mañana en las inmediaciones.

Pero además, de el parking publico, la policía, la parada del autobús «especial aeropuerto» y viajeros saliendo por la puerta, lo que hay en el aeropuerto de San Pablo son:

Taxis, cientos de taxis. Todos de Sevilla capital, pero no en la puerta de LLEGADAS sino en el en el aparcamiento, jugando al futbolín, con sillas al sol,refujiadosa la sombra, tomando cervecitas…

¿Dónde estaba ese oficio tan sufrido del que tanto nos hablan ?

¿Que ocurría que no estaban en la puerta peleándose por clientes como hacen en la feria o en la semana Santa?

¿Acaso estaban en huelga?

La razón de que estos señores estén echandose una partidita, la podéis ver en su página Web, o en la del Ayuntamiento, o en los muchos carteles que hay en recogida de equipajes…

Y es que Sevilla destaca por muchas cosas y entre ellas por tener la tarifa fija de taxi al aeropuerto más cara de toda España y claro ostentando semejante honor ¿Quién no se toma un descansito a media mañana?

PD:Muchas gracias por recogernos Carmen, eres un encanto.

Se trata esta de un curioso tipo de listo. Básicamente nos encontramos ante unos caraduras comunes pero que disfrazan hábilmente esta cualidad apelando a la sensibilidad o a la pena que dan al resto de la gente.

Os pongo un caso práctico, real y bastante claro para que los podáis reconocer de manera rápida e infalible.

El otro día estaba en la cola de caja del Dia que, como todos sabéis, se caracteriza fundamentalmente por el rato que hay que esperar para que te cobren.

El sujeto en cuestión con un bote de Gel Gillette® Series (el que anuncia el Beckham por la tele) y con un tubo de pasta de dientes Colgate® Total Advanced Fresh Gel se acercó a cada una de las personas de la cola y les pidió por favor si le podían dejar pasar primero, ya que solo llevaba dos cosas. La gente de buena gana le dejó pasar ya que la cola era bastante grande.

Pero atención, lo mejor es cuando el tipejo llega a la caja y le dicen el precio de su compra es 5,20 €. Allí empezó a buscar y rebuscar él entre la calderilla de la cartera durante unos segundos, para soltar después: ” Ufff los 5 € si pero los 20 céntimos como que va a ser que no….”

Después de esto se quedó mirando al cajero como si no pasara nada… el cajero se quedó un poco pillado y con cara impasible ante lo que había dicho el tipo. El cara sensible al ver que el cajero tiene cara de poker empieza a rebuscar por los bolsillos y después de buscar un poco dice:

“Mira 5 céntimos más…”, a lo que el de la caja nada.

Así que visto la situación el cajero le pregunta que si quiere que le quite algo de compra ( no olvidar que la gente sigue esperando en la cola).

Es entonces cuando el cara sensible empezó a utilizar su técnica más efectiva. Se puso a mirar a todos los integrantes de la cola con cara de cordero degollado. La gente conmovida por la situación (además de querer irse del supermercado de una vez) empieza a buscar en sus carteras…. hasta que alguien le da los 15 céntimos que le faltan ! A lo que el chaval dio gracias con una sonrisa de oreja a oreja y salió feliz de la tienda.

Me podéis tachar de malo, pesetero, insensible y todas esas cosas, pero lo tengo que reconocer, en esos momentos me estaba hirviendo la sangre .

En mi cesta de la compra llevaba pienso para Pancho marca Dia, pan de molde marca Dia, un paquetito de pipas que se me había antojado y que, visto los precios de las Pipas Facundo y el Piponazo, eran también de marca Día y delante de mi estaba este espécimen con su espuma de afeitar Gillette y su pasta Colgate pidiendo 15 céntimos al personal.

Me estaba repateando que yo estuviera comprando productos de marca blanca,porque no tengo un duro, y ese tipo me estuviera pidiendo dinero a mi con su cara de pánfilo, para poderse pagar espumita de afeitar de marca.

La sensación de irritación no se me paso cuando el susodicho abandonó el supermercado, como cabía de esperar, si no más bien todo lo contrario ya que si mirabas a la gente, podías ver un atisbo de felicidad en sus caras como si hubieran hecho su buena acción del día.

No tiendo como la gente no se daba cuenta que acababan de ser víctimas de un Listo Sevillano.

¿Acaso no sabía cuanto dinero llevaba encima cuando entró en la tienda?

¿No hay en un supermercado tropecientas marcas de espumas /geles de afeitar mucho más baratas ?

A mi se me cae la cara de vergüenza si tengo que pagar algo y después resulta que no tengo dinero para ello, ¿Acaso el tipejo hizo amago de devolver algún producto ?

Si es que esta clarísimo.

No quiero incitar a nadie a que deje de comprar cleenex en los semáforos, ni que dejéis de invitar a café a vuestro compañero de trabajo… tan solo animaros a que estéis siempre alerta.