Venta ambulante
Hoy he llamado a la gerencia de urbanismo para informarme de los requisitos para poder vender de manera legal baratijas en la vía pública.
La conversación telefónica que he mantenido con el funcionario de turno no ha tenido desperdicio ninguno, la transcribo:
-Hola buenos días llamaba para saber que tengo que hacer para poder vender en la calle pendientes y baratijas hechas por mi. ¿Que licencia tendría que poseer para ello y cuando se solicita ?
-No no usted no puede vender en la calle.
-No, si eso ya lo se , pero esa gente que se pone vendiendo, incienso alambres con forma de nombre y tal… tendrá alguna licencia ¿ no ?
–Si, pero esas licencias ya no se dan
-Entonces no hay forma de ponerme en parques, jardines…
-Si, si usted se puede poner, pero cuando pase la policía se va a tener que quitar
-Bueno pero… que pasa entonces con la gente que se pone en los mercadillos y todo eso.
-Ahh es que eso no lo llevamos nosotros.
-Bueno y si me quiero poner en un mercadillo que tengo que hacer y donde tengo que ir.
-Pues va usted y habla con el «tío del mercadillo«
….
-Vale muchas gracias, hasta luego.
Aún escribiendo esta líneas no salgo de mi asombro.
Ante estas palabras parece ser que en esta nuestra ciudad hay una mafia montada por la que si eres amigo de la persona adecuada no tienes problemas a la hora de pillar tu licencia para poder vender en la calle, si no es así y eres un mierdecilla, siempre te puedes ir al mercadillo del Charco la pava o al de Sevilla Este y hablar con el «Encargao de turno» que por un módico precio te protege el puesto de que no te lo destrocen o te roben las ganancias.
Ya imagino las licencias que deben de tener los vendedores de CD virgenes de Sevilla este y los carné de manipulación de alimentos que tienen los vendedores de verdura del Charco de la Pava.
Miedo me da solo de pensar la seguridad que ofrece la policía local que está todo los fines de semana «vigilando» estas concentraciones ambulantes.
¿Que méritos habrá presentado el » tío del mercadillo » para llegar a tener ese cargo?.
¿El precio a pagar al «tío del mercadillo» es el mismo para todas las razas y/o condición social ?
¿No es curioso que la mayoría de vendedores que se ponen en estos sitios sean mayoritariamente de la misma etnia ?
Cada día que pasa me convenzo más, el eslogan «Sevilla, la ciudad de las personas» debería de cambiarse por:
Sevilla, Ciudad del listo